La Universidad Nacional Autónoma de México convocó a más de 100 investigadores para reflexionar sobre las movilidades humanas y los dilemas del desarrollo en un contexto global cada vez más hostil.
CDMX.– “Estamos viviendo el proceso migratorio más tenso de la historia contemporánea”, advirtió el investigador de la UNAM, Tonatiuh Guillén López, al participar en la plenaria “Las fronteras de México: coyuntura de movilidades humanas y dilemas del desarrollo”, en el marco del Encuentro Nacional La investigación social, migración y las fronteras de México.
En este espacio de análisis y reflexión, Guillén López denunció la creciente criminalización de las personas migrantes, especialmente bajo políticas como las impulsadas por el gobierno de Donald Trump, donde “la militarización de la frontera y el discurso que convierte a los migrantes en ‘invasores’ abre la puerta a violaciones sistemáticas de derechos humanos”.
Ante académicos, funcionarios, empresarios y organizaciones civiles, el experto alertó que estamos entrando en una nueva era de movilidad humana forzada que impactará no solo las rutas migratorias, sino también las estructuras sociales, las comunidades de origen y el diseño de políticas públicas. “¿Qué pasará con quienes fueron desplazados por la violencia y no tienen a dónde volver? ¿Qué papel juega México ante las presiones externas?”, cuestionó.
La universidad, conciencia crítica y compromiso ético
Durante el evento, Mario Luis Fuentes Alcalá, coordinador del proyecto La UNAM en las fronteras de México, subrayó que la universidad pública debe reafirmarse como espacio ético y plural frente a las crisis sociales, y redoblar sus esfuerzos para incidir en las causas estructurales de la pobreza, la marginación y la exclusión.
“La UNAM tiene el deber de hacer visible su compromiso con los más vulnerables, de generar redes inter y transdisciplinarias que fortalezcan el conocimiento sobre las migraciones y colaboren con instituciones de educación superior en las regiones fronterizas”, afirmó Fuentes Alcalá, también vicepresidente del Patronato Universitario.
En la misma línea, el coordinador de Humanidades, Miguel Armando López Leyva, recordó que la Agenda 2030 reconoce el papel positivo de las personas migrantes en el desarrollo sostenible. “Desde hace dos décadas, la ONU impulsa foros sobre migración y desarrollo. Es hora de que México asuma con seriedad su papel en esta conversación global”, señaló.
Más de 100 investigadores, un solo propósito
El Encuentro Nacional reunió a más de un centenar de investigadoras e investigadores en 24 mesas temáticas, gracias al respaldo de diversas instancias de la UNAM. En estas sesiones se discutieron alternativas para construir un diálogo plural, riguroso y humanista frente a las migraciones y los desplazamientos forzados.
Guillén López lamentó que, mientras los marcos jurídicos especializados en migración y refugio son omitidos o reemplazados en Estados Unidos por leyes más agresivas, México corre el riesgo de convertirse simplemente en un sistema de contención. “Nos enfrentamos a una coyuntura extremadamente preocupante”, concluyó.